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A día de hoy, todavía quedan en el mundo vestigios de la Guerra Fría, fronteras, gobiernos y conflictos sin terminar. Quedan atrás los enfrentamientos de la antigua Yugoslavia, la guerra de Vietnam o la inexistencia de las relaciones entre EE.UU y Cuba. Sin embargo hay un conflicto sin finalizar, porque ambos países están oficialmente en guerra desde 1950; y estamos hablando de la península de Corea.
Esta franja de territorio se encuentra dividida en dos países completamente diferentes a través del paralelo 38. En el norte, la República Democrática Popular de Corea del Norte y en el sur la República de Corea. ¿Cómo se llegó a esta situación? Para entenderlo, nos remontaremos a la II Guerra Mundial
El expansionismo japonés, les llevó a ocupar gran parte de las islas del Pacífico, y en el continente asiático ocuparon Manchuria y otras zonas de China y la península de Corea. Durante toda la guerra, Japón mantuvo estas posiciones hasta que finalmente se rindió a los aliados en agosto de 1945. En ese momento, la Unión Soviética aprovechó la situación para poder ocupar grandes territorios e invadió la península de Corea. Estados Unidos por su parte temía que gran parte del continente asiático fuese ocupado por los rusos, por lo que apoyaron en el sur a la opción pro occidental de Syngman Rhee, dentro del marco de la Doctrina Truman para frenar el comunismo. Tras las elecciones de 1948 se creó Corea del sur bajo el mandato de Rhee, que ocuparía el poder hasta 1960, y su gobierno sería muy criticado por actuar de manera dictatorial. Seúl fue nombrada la capital de la nación y la política económica sería capitalista y con apoyo de Estados Unidos.
En el norte, bajo el mandato de Kim Il Sung, se estableció un gobierno inspirado en la Unión Soviética y con capital en Pionyang. No obstante, decidió cambiar la ideología del marxismo-leninismo y crear como él denominó a su concepción, la ideología Juche. En 1930 se llevó realizó una reunión en Kalun -China- donde el propio Kim il Sung estableció unas pautas a seguir para llevar a cabo la revolución contra los japoneses que habían ocupado Corea en 1910. Primero se llevaría acabo una revolución democrática, antiimperialista y antifeudal. Ésta, sería llevada a cabo por los sectores oprimidos de la sociedad como campesinos, trabajadores, estudiantes, intelectuales, religiosos y personas con la conciencia nacionalista. Se creó unas fuerzas armadas revolucionarias que combatirían contra los japoneses para liberar el territorio. Posteriormente Kim Il Sung definiría el juche así: “En pocas palabras, la idea Juche significa que los únicos propietarios de la revolución y construcción posterior son las masas”.
A la hoz y el martillo Kim Il Sung decidió añadir el pincel, como muestra de representación de los intelectuales, que jugarían un papel importante dentro de su revolución.
Estas dos ideologías dividían a la península y ambas estaban deseando unificar toda la nación bajo su propio mando. Por lo que tarde o temprano un conflicto entre ambas naciones era algo inevitable, y no tardó mucho en suceder.
El conflicto entre las dos Coreas comenzó el 25 de junio de 1950 con la invasión de Kim Il Sung del territorio surcoreano. Pero este decidido ataque vino causado por el apoyo de Stalin que deseaba ampliar la órbita socialista a nuevos territorios y con el triunfo de Mao Tse Tung en octubre de 1949 el comunismo había ganado un poderoso miembro.
El ataque de Kim Il Sung apoyado por material de la Unión Soviética fue rápido y contundente por lo que las tropas de Corea del Sur y los soldados estadounidenses allí situados se vieron obligados a retirarse rápidamente, quedando confinados en la ciudad de Pusan, donde se atrincheraron hasta recibir refuerzos.
El general MacArthur con el apoyo de Naciones Unidas contraatacó en Incheón y puso a las tropas norcoreanas en retirada. Seúl y Corea del Sur fueron liberadas pero con la ambición de Syngman Rhee por gobernar en toda Ocrea y los sentimientos anticomunistas de MacArthur las tropas de la ONU ocuparon Corea del Norte en dirección a la frontera China. El presidente Truman no veía con buenos ojos este avance, ya que podía desencadenar una respuesta por parte de los chinos por lo que pidió a su comandante que extremase las precauciones.
Como Truman había predicho, China lanzó una advertencia y finalmente una invasión bajo el argumento de la defensa el 19 de octubre de 1950. La sorpresa del ataque cogió desprevenidas a las tropas de la ONU y se fueron retirando hasta la frontera natural en el paralelo 38. Los chinos y norcoreanos volvieron a ocupar Seúl el 4 de enero de 1951.
Ambos bandos sabían que la guerra se había estancado por lo que decidieron comenzar conversaciones de paz que se prolongaron durante muchos meses.
Finalmente se decidió un alto el fuego y la creación de una zona desmilitarizada alrededor del paralelo 38 que se mantiene hoy en día.
Tras la guerra, Corea del Sur fue reconstruida y se centró en un desarrollo económico, mientras que Corea del Norte se mantuvo bajo el régimen de Kim Il Sung hasta su muerte en 1994, le sucedió su hijo Kim Jong Il y en 2011 su nieto Kim Jong Un. La ideología del país sigue siendo la misma, con solo un único partido; el partido de los Trabajadores.
Hasta la fecha, las hostilidades entre los dos países no se han vuelto a reanudad abiertamente, aunque si que ha habido sucesos aislados que han disparado las alarmas sobre nuevas hostilidades, especialmente el temor a una guerra nuclear por parte de Corea del Norte. Sin embargo también hay gestos de amistad y de acercamiento como en los juegos de invierno de Turín 2006 o los Juegos Olímpicos de Atenas cuando ambos equipos desfilaron bajo una misma bandera aunque compitieran después en equipos separados.
El futuro de Corea es incierto, ya que sigue siendo la zona más fuertemente militarizada y la que más riesgo tiene de conflicto armado. Aunque pueden existir sentimientos sinceros de ambos países por una unificación, o por lo menos de una coexistencia amistosa, hay muchas diferencias y temas sin resolver por parte de ambos bandos.