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A diferencia de otras culturas como la egipcia, la romana o la griega, Mesopotamia no puede considerarse un todo igualitario. Las tierras que son bañadas por el Tigris y el Eufrates han visto a muchos pueblos diferentes, y algunos contemporáneos entre si, por ello realizar una línea cronológica sobre esta región no es tan fácil como en Egipto.
Mesopotamia -que significa el país entre los ríos- está situada en una zona estratégica de paso entre el Oriente Próximo y el Lejano Oriente, por lo que ha estado siempre marcada por conflictos. Sin embargo, a pesar de todas las convulsiones políticas y los diferentes pueblos que la dominaron, culturalmente esta región mantuvo cierta estabilidad. Tanto las ciudades-estado sumerias, como los grandes imperios como el asirio o el mittano estuvieron marcados por una variedad de dioses, y una escritura- el cuneiforme- común.
Durante el neolítico, en Mesopotamia destacan dos yacimientos importantes, el primero de ellos es Jarmo y el segundo es Ali Kosh. Ambos yacimientos eran pequeñas aldeas que estaban situadas en zonas separadas, sin embargo aun queda mucha información por descubrir de este período.
El paso del tiempo lleva a que estas pequeñas sociedades se vayan transformando en sociedades más complejas y más numerosas. Dentro de esta protohistoria de Mesopotamia podemos diferenciar varios períodos, marcados sobre todo por la formas de habitación y por la cerámica:
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Período de Hassuna: Entre el 5800 y el 5500 a.C. aprox. Este primer período se caracteriza por unas casas de múltiples habitaciones en torno a un patio, también destaca su cerámica.
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Período de Samarra: Entre el 5600 y el 5000 a. C. aprox. En este momento, la cerámica de Hassuna se mezcla con la nueva del período samarriense, que se caracteriza por dibujos geométricos y por motivos animales y humanos. La población ya se encontraba defendida contra posibles ataques y se atestiguan restos de agricultura.
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Período de Halaf: Entre el 5500 y 4500 a. C. aprox. Esta cultura encontrada tell -colina-
Halaf, es completamente diferente a la anteriores. La cerámica está realizada de una manera diferente, al igual que las decoraciones.
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Período de Ubaid: Dividido en Ubaid 1 y Ubaid 2, ocupa desde el 5000 al 3750 aprox. En este período, es la primera vez que Mesopotamia está unificada culturalmente. La cerámica de Halaf es sustituida por la de Ubaid. El lugar principal de esta cultura es en Eridu, una de las ciudades más importantes en la historia sumeria; ya que era considerada la primera ciudad. En el centro de Eridu se han hallado los restos de templos, que fueron los centros del desarrollo urbano.
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Período de Uruk: Entre el 3750 y el 3150 a. C. aprox. La ciudad de Uruk fue una de las más importantes de Mesopotamia, al igual que en Eridu en el centro se encontraba un templo. Es en este período cuando surgen muchas de las carácterística propias de Mesopotamia, como la escritura cuneiforme que se realizaba sobre arcilla secada al sol. También se han hallado cilindro-sellos con múltiples motivos decorativos para ser grabados en cerámica.
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Período de Jemdet Nasr: Entre 3150 y 2900 a.C. aprox. Este período apenas se diferencia del anterior. Ambos tienen múltiple similitudes, diferenciándonse fundamentalmente en que es durante esta fase, cuando se terminan de desarrollar todos los progresos comenzados en Uruk. También es digno de resaltar que mientras Uruk se extendió por toda la región, Jemdt Nasr se mantuvo focalizado en el sur.
Tras estas fases, Mesopotamia “entra” en la Historia, de la mano del Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C. aprox). Esta fase está sobre todo documentada arqueológicamente, ya que a través de escritura se nos informa de muy poco. En este período, en el sur -Baja Mesopotamia-, existiran 18 importantes ciudades: Sippar, Kish, Akshak, Marad, Isin,
Nippur, Adab, Zabalam, Shuruppak, Umma, Girsu, Lagash, Bad-TIbira, Nina, Uruk, Larsa, Ur y Eridu. No todas fueron grandes ciudades, pero muchas de ellas sí, y estaban formadas por numerosos templos y murallas, muestras de los conflictos ya existentes entre ellas. Alrededor de estas ciudades se encontraban zonas de cultivos que eran controladas por los templos. Las ciudades poseían un Lugal o “gran hombre” además de un sumo sacerdote y toda una jerarquía inferior.
Sobre las listas de gobernantes poseemos la Lista Real Sumeria, que suele funcionar como cauce, pero a día de hoy existe confusión sobre múltiples gobernantes.
A medida que se desarrollaba el Dinástico Arcaico, un grupo de población conocido como los semitas fueron aumentando en número paulatinamente en la región de Kish. El rey más importante y que tiempo después estaría rodeado de leyenda fue Sargón de Acad. Este hombre ocupó la ciudad de Uruk y progresivamente el resto de las ciudades de la Baja Mesopotamia.
Sargón creo un imperio que sus sucesores agrandarían, como por ejemplo Narâm-Sin, uno de los más importantes. En este imperio el sumerio comenzó a ser relegado como lengua oficial por el acadio; sin embargo el sumerio quedaría como lengua culta y de liturgia. No obstante, el imperio acadio era un gigante con pies de barro, su rápida expansión provocó una gran inestabilidad interna y con las amenazas exteriores lo condenaron a su desaparición.
Tras la caída de este primer gran imperio, el sur se volvió a fragmentar en
múltiples reinos. Sobre todos estos lograría desatacar una ciudad, Ur. Conocido como Ur III (2150-2000 a.C. aprox) esta ciudad vivió un auge no solo político, sino también cultural. Grandes zigurats se levantaron, pero a pesar de ello, este es un período pobre en escrituras.
Tras el gran dominio de Ur III, su control llega a su fin de la misma manera que le sucedió al imperio acadio, nómadas y pueblos extranjeros se adentraron en Mesopotamia adueñándose de las ciudades.
Mientras esto sucedía en el sur, en el Norte de Mesopotamia surgían nuevos reinos que desempeñarían un gran papel en la historia de Próximo Oriente como el de Mari, con su gran biblioteca de archivos o los asirios, soldados que posteriormente terminarían por dominar todo Oriente Próximo.
Otras ciudades como Isin y Larsa más al sur aprovecharían el vacío de poder; y una más, que se convertiría en la ciudad más conocida de toda la región, Babilonia.
De todos estos reinos, desataca Assur, que bajo los primeros reyes asirios vivirá la primera edad de oro de su poder. Ellos conquistarán todo el norte de Mesopotamia, pero aun estaban lejos de alcanzar su máximo poder y la gran fama de crueldad que llevan a día de hoy sobre sus espaldas.
Pero volviendo a Babilonia, una nueva dinastía surge y se hace con el poder, de todos
estos gobernantes destacará uno, Hammurabi. Conocido por su famoso código de leyes, también fue un gran gobernante que expandió las fronteras de Babilonia convirtiéndola en la capital de un gran imperio.
El reinado de Hammurabi finaliza en torno al 1749 a. C. y en 150 años la gran obra política de este rey se vería fragmentada de nuevo y desaparecería. Babilonia al igual que paso con imperios anteriores sería conquistada un nuevo pueblo, los casitas. Este pueblo se instalaría sobre Babilonia y le daría un prestigio en lo religioso y lo cultural.
Fuera de la zona de entre rios, en Anatolia y en el Norte de Mesopotamia surgirían dos grandes imperios. Los hititas en Turquía y los mittanos en el norte de Mesopotamia. Estos dos pueblos se enfrentarían entre si por el control de la región sirio palestina con un tercer invitado: Egipto que estaba en pleno proceso expansivo. Famosos son los enfrentamientos entre Tutmosis III y los mittanos o entre Ramses II y los hititas.
Al igual que ha sucedido anteriormente, a una período donde gran parte del poder y del control estaba en manos de un solo rey, le sucede un período en el que múltiples reinos luchan entre si por alcanzar la hegemonía. Esto es lo que sucede tras la desaparición de estos grandes imperios. Sus vasallos se revelan y buscan conseguir la independencia.
Uno de estos pueblos serán los asirios, que volverán a tener su independencia. Desde su capital Nínive se expandirán, no solo por Mesopotamia, sino también por la franja sirio palestina tomando ciudades como Jerusalén e incluso dominando brevemente al otrora poderoso Egipto. Sus reyes como Salmanasar III, Sargón II y los grandes Senaquerib,
Asarhadon y Asurbanipal crearán un imperio no solo militar y político, sino también cultural, siendo su capital Nínive un ejemplo de las grandes ciudades mesopotamicas.
Para finalizar esta artículo hablaremos brevemente del final de esta “civilización”. Si bien los nuevos pueblos que dominaron esta región estuvieron fuertemente influenciados por el pasado de esta tierra, también aportarán su propio bagaje cultural, modificando algunas de las tradiciones.
El gigante asirio no pudo mantener su rápido crecimiento y sufrió un rápido colapso. Desde su máximo esplendor con la toma de Egipto hasta la caída de su capital, pasan simplemente 30 años. Nínive será tomada en el año 612 a.C. A manos de los medos. Este pueblo proveniente de Irán entrará en Mesopotamia y se hará con el control de parte del territorio.
Posteriormente en los siguientes post iremos haciendo hincapié en las diferentes fases, así como en aspectos religiosos y culturales.
Bibliografïa:
ROUX, G.; Mesopotamia: Historia política, económica y cultural; Akal; Madrid; 1987